lunes, 16 de febrero de 2009

Ayer

Palacio Güell (Barcelona, enero 09)


Ayer leí un estremecedor reportaje sobre los “hikikomori”, personas que se encierran, no salen de su habitación, no se relacionan con nadie…

Solas en la multitud
Texto y fotos de Luca Pagliari
Cientos de miles de jóvenes japoneses viven inmersos en la más profunda tristeza, absolutamente desconectados de los otros humanos. A través de internet, algunas de estas personas, sobre todo mujeres, se atrevieron a contar qué les pasaba. El fenómeno crece paralelo al desajuste en una sociedad muy competitiva, donde prima la fachada frente a los verdaderos sentimientos...
Artículo completo.

Ayer volví a escuchar viejos discos. Dejo una de esas canciones que me emocionan.



Elliot Murphy

12 comentarios:

  1. Sobre los japoneses hikikomori supe de su existencia a través de un comentario que me dejaron en el blog hace no demasiado a raiz de un post que escribí sobre la autosuficiencia. La verdad es que resulta alucinante.

    Según te escribo estas líneas escucho el tema de Elliot Murphy que nos regalas Es un artista que a pesar de tenerlo bastante olvidado de vez en cuando apetece desempolvar alguno de sus discos Mi preferido siempre ha sido "12".

    Buenas Noches

    ResponderEliminar
  2. Buenos dias, tenía noticia de ello, un aislamiento total. Gracias por compartir más información y la música que llegará a mis oidos cuando vuelva a casa. Un abrazo y feliz martes.

    ResponderEliminar
  3. Xabi, a mi las referencias japonesas me interesan mucho. Tengo familia y amigos en ese país. De este encierro radical conocía datos, pero en concreto, de este reportaje me impresionaron muchísimo las caras, la inexpresividad, esa ausencia, esa falta completa de emociones. Me parece terrible.
    Hacía mucho tiempo que no escuchaba a Elliot Murphy, pero cada vez que regreso a él es como entrar en esa casa de la infancia, donde estás a gusto. Temple bar es una de mis canciones favoritas. Aunque el universo de mis preferidas soy muy variable.
    Biquiños

    ResponderEliminar
  4. Mónica, la canción, para mi implica todo lo contrario a ese aislamiento del artículo. Se titula Tenmple Bar que es un mítico pub de Dublín siempre repleto de gente, de alegría, de pintas de cerveza y de música en directo.
    Biquiños

    ResponderEliminar
  5. Vivimos en una sociedad que no convive con ella misma. Y es estremecedor...
    Un beso

    ResponderEliminar
  6. Imaging, afortunadamente son casos extremos, minoritarios.

    ResponderEliminar
  7. cómo son los japoneses, tanraros
    a lo mejor tiene algo que ver con el honor. ¿Has leído "Estupor y temblores" de A. Nothomb?
    A mi también me gustaría quedarme en casa.
    Un beso

    ResponderEliminar
  8. Nootka, no lo he leído, pero irá pronto porque en ése y otro cuenta su infancia en Japón, y tengo curiosidad.

    Ahora estoy con Ray Loriga y otro autor japonés, a pares.

    Biquiños

    ResponderEliminar
  9. Es triste ese aislarse, con lo precioso que es comunicarse con la gente, aunque sea por blogs. Saludos

    ResponderEliminar
  10. Pepe, es verdad, la comunicación con las personas es lo que nos hace crecer, nos enriquece, nos emociona... Y la virtual es otro apoyo más que complementa muy bien nuestra vida diaria y nos da la oportunidad de ampliar nuestro pequeño círculo.

    Buen fin de semana

    ResponderEliminar
  11. Qué casualidad.Leí no hace mucho este artículo en un suplemento, y no me pude quitar de la cabeza durante días la imagen de esas mujeres solas,prescindibles, arrinconadas,completamente ignoradas en una sociedad ajena,silenciosa,productiva,alienante¿qué nos está pasando?¿no nos damos cuenta que tod@s estamos conectad@s y que todas,absolutamente todas hacemos falta?
    Un tema que invita a la reflexión y al debate,el jueves pasado fuí a ver un espectáculo poético músical a cargo de un grupo que se llama "Done teixint" y en uno de los poemas que recitaban una frase resonó en mi mente....
    "todas hacemos falta"
    Un abrazo!

    ResponderEliminar
  12. Troyana, supongo que artículos como éste nos duelen. En el fondo vemos esa fina y delicada línea que separa la parte más sociable de la del aislamiento o soledad extrema. Son personas que están al límite, pero cómo llegaron ahí= Es aterador pensarlo.

    Biquiños y GRACIAS por este paseo que te has dado por mi tartaruga

    ResponderEliminar